Tip:
Highlight text to annotate it
X
LA GRANDEZA AL REVES ( this is after he reads the scripture)
Y se le acercaron* Jacobo] y Juan, los dos hijos de Zebedeo, diciéndole: Maestro, queremos
que hagas por nosotros lo que te pidamos. Y Él les dijo: ¿Qué queréis que haga por
vosotros? Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria
nos sentemos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
Pero Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo bebo, o ser
bautizados con el bautismo con que soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos.
Y Jesús les dijo: La copa que yo bebo, beberéis; y seréis bautizados con el bautismo con que
yo soy bautizado, pero el que os sentéis a mi derecha o a mi
izquierda, no es mío el concederlo, sino que es para quienes ha sido preparado.
Al oír esto, los diez comenzaron a indignarse contra Jacobo y Juan.
Y llamándolos junto a sí, Jesús les dijo: Sabéis que los que son reconocidos como gobernantes
de los gentiles se enseñorean de ellos, y que sus grandes ejercen autoridad sobre ellos.
Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de vosotros que desee llegar a ser grande
será vuestro servidor, y cualquiera de vosotros que desee ser el primero será siervo de todos.
Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino para servir, y para dar
su vida en rescate por muchos. EL orgullo es el primer pecado, el peor pecado,
el padre de todos los pecados y ciertamente el que más refleja insensatez
de la humanidad. Es el primer pecado
porque Adam y Eva quisieron ser como Dios y es así como el demonio los sedujo,
les pregunta si ellos querían saber cuál era la diferencia de lo bien y el mal,
de la muerte y la vida, es más, quisieron ser como Dios
Aun las escrituras dicen que el mismo satanás cayó por causa de su orgullo. Él se creía igual a Dios, dirigió la rebelión,
y fue expulsado. Es el peor pecado porque encendió la rebelión
en el cielo Y se vertió sobre la tierra
Y es el pecado que llevo a la condición de ruina en la que el mundo está ahora.
Es el padre del pecado porque en el corazón de cada pecado
Esta la simple noción de que tú sabes lo que es mejor para ti. Tú sabes lo que te hará feliz, lo que necesitas,
lo que te mereces Y claro tú sabes más que Dios
Y claro esto habla de que es lo que refleja la insensatez de la condición humana
Porque nos eleva en nuestro razonamiento, nuestros pensamientos en oposición a Dios
La verdad es que no eres tan inteligente, o tan piadoso, o tan indispensable o tan importante
O tan bueno como crees ser. Y ciertamente no eres un pequeño Dios
Es
por eso que Jonathan Edwards escribe: “el orgullo es el más es el más venenoso de
los corazones” Si, con qué frecuencia este veneno se infiltra
nuestros afectos, en nuestras emociones, corrompe nuestros deseos, corrompe nuestras intenciones
Nosotros dejamos que el orgullo tome ventaja de nuestra santidad, que entre en guerra contra
el propósito que Dios tiene para nuestra vidas, todo el tiempo
Nos cuesta poco desviar nuestras buenas intenciones de cualquiera de nuestras acciones
Mucho de la cultura cristiana por supuesto ha dado cabida a esta desviación
Con frecuencia hablamos de cuan buenos somos, Cantamos de cuan buenos somos,
Leemos libros de lo tan bueno que somos, nos animamos los unos a los otros de estar
siempre rodeados de gente buena porque después de todo, acaso no
somos buenos? En contraste a esto está la teología de
las escrituras, hasta de las canciones que acabamos de cantar,
La teología de uno de los famosos escritores de himnos Isaac Watt
Uno de sus más sagrados himnos dice “ ¡Ay de mí! Y cuanto sangro mi Salvador, Y murió mi Soberano? ¿Entregará su sagrada
cabeza por pecadores como yo? Los
puritanos tenían una expresión para
la santificación progresiva,