Te conocí un dìa de enero con la luna en mi nariz y como vi que eras sincero en tus ojos me perdí Que torpe distracción y que dulce sensación. Y ahora que vamos por el mundo como Eneas y Benitín ya...
Nunca me pasó por la mente venir a Roma para hacer un certamen poético para mirar a la cara a los césares que han escrito gloriosa una epopeya. Los descendientes del antiguo Eneas han cedido el cetro...