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El gobierno estadounidense inició un cierre parcial por primera vez en diecisiete años, después de que el Congreso
no puso fin a un estancamiento entre ambos partidos en el plazo previsto de la medianoche de hoy. Alrededor de 800.000 trabajadores federales han sido
suspendidos de sus funciones y se le pedirá a más de un millón que trabajen sin percibir un salario.
El cierre estuvo encabezado por republicanos del Tea Party, que apoyaron un proyecto de ley de la Cámara de Representantes
que condiciona el financiamiento del gobierno a postergar un año la Ley de Asistencia de Salud Asequible y la derogación
de un impuesto para financiarla. El Senado controlado por los demócratas insistió en continuar
financiando al gobierno hasta el 15 de noviembre sin ninguna condición. El lunes, la líder de la minoría de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi
dijo que los representantes republicanos le fallaron al país.
“Recuerdo que el Presidente Washington al dejar su mandato advirtió acerca
de los partidos políticos que estaban en guerra con el gobierno,
y aquí estamos hoy. No es correcto utilizar la amenaza de cerrar el gobierno para intentar
promover la agenda política propia, las cosas no funcionan así y eso se llama
irresponsabilidad, y es por eso que se trata del cierre del gobierno por parte del Tea Party”.
A pesar del cierre del gobierno, hoy comienza una iniciativa fundamental de “Obamacare”. Las personas
que quieran tener seguro de salud en virtud del nuevo programa pueden inscribirse en Internet
a través de nuevos mercados federales. El lunes, el Presidente Obama dijo que no negociaría
la aprobación de su ley de asistencia de salud. Permítanme aclarar lo siguiente:
una gran parte de la Ley de Asistencia Asequible entrará en vigor mañana, más allá de lo que el Congreso
decida hacer hoy. La Ley de Asistencia Asequible está avanzando. El financiamiento ya está.
No pueden cerrarlo. Esta ley que se aprobó en ambas cámaras del Congreso,
es una ley que lleva mi firma, una ley que la Corte Suprema apoya como constitucional,
una ley que los votantes decidieron no derogar en noviembre pasado”.