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Episodio animado especial de Navidad
Tienda de novias - se necesita personal
Oy para el mundo
Me encanta. La he visto en persona.
Parece mucho más joven.
Fran, la tormenta se está poniendo peor.
¿Cómo va a repartir Papá Noel todos los regalos?
Gracie, ese hombre es más grande que Dom DeLuise...
y cabe por una chimenea.
Créeme, puede con una ventisca.
Señor, me encanta que le gusten sus nuevos zapatos de golf.
Gracias, hombre. Ahora, no te muevas.
No sé si el Sr. Belvedere empezó así.
Sr. Sheffield, déjeme ayudarle.
Perdona. Perdone.
Ya casi he llegado. Sin problemas.
Ya estoy.
Srta. Fine, ¿no cree que se debería haber quitado los tacones?
No. Son muy cómodos.
Vale. Déme la estrella.
Está bien.
¿Cree que está torcida?
Maxwell, deja de hacer el tonto. Tenemos que trabajar.
C.C., es Nochebuena.
¿Otra vez?
Gracias a Dios que tenemos esta tormenta.
Si tengo suerte, será tan fuerte que habrá que cancelar esta horrible fiesta.
¿Té?
Creo que C.C. Tiene toda la razón.
Seguro que puedo vivir sin esa tradición de comprar regalos para todo el mundo.
- Pero no te importa recibirlos. - Bueno, claro.
Brighton, estás perdiendo el significado de la Navidad.
Sé lo que significa. Dos semanas sin clase.
No, Brighton. Significa ser generoso.
Sí. La parte de los regalos carece de sentido.
Sin contar las pagas extras.
Ponte el abrigo, señorito.
Vamos a ir al albergue de los niños sin hogar a dar de comer a los pobres.
Vas a saber lo que es ser generoso, aunque te vaya la vida en ello.
Ahí va, Chester.
¡Ahhhh!
Mierda.
¡Maggie, ayúdanos!
Papá, ¿por qué Brighton puede salir?
¡Ahhhh!
Para los pobres. Para los...
Perdón.
¡Ahhhh!
¿Dónde estamos?
No lo sé, pero todo lo que sube tiene que bajar.
¡Vaya! Sí que fija esta laca.
Chester, ¿estás bien?
- ¿Estás bien? - He estado mejor.
Bueno, siempre y cuando... ¿Cómo?
Brighton, ¿has oído eso? ¡El perro habla!
Veamos.
Inhala demasiada laca y de repente oye hablar al perro.
Esta noche en Expediente Niñera.
Sálvese quien pueda. Es la peor tormenta de la historia.
C.C., la abominable Babcock, viene a destruir la Navidad.
Fran, el muñeco de nieve habla.
Ah, entonces está bien que el muñeco diga unas cuantas palabras,
pero cuando el perro lo hace, debo pedir plaza en el manicomio.
- ¿Qué hacemos? - ¡Correr!
- ¿Hacia dónde? - Seguidme.
¡Vaya! Te tomas un vaso de ponche y...
¡Este río es de chocolate caliente!
Está muy caliente y es muy acogedor.
Es como volver al útero, si tu madre fuera un conejo de Pascua.
Brighton, ¿ves esa gran balsa blanca? ¡Agárrate a ella!
No es una balsa. ¡Es un merengue!
Está bien. Tenemos que calmarnos.
Lo tenemos todo controlado.
Cariño, estamos viajando en un merengue por un río de chocolate caliente...
con un perro que habla.
¿Te parece que eso es tenerlo todo controlado?
Mucho mejor.
Fran, mira, ésta es la Tierra de los Dulces. Todo se come.
Es una prueba. Sé que es una prueba.
Y todo es gratis.
No la he pasado.
Mira, un castillo de helado.
Es un dúplex de banana split.
- Fran, deja de rezar. No va a pasarnos nada. - No, cielo. Rezo para que sea descremado.
¿Tendrán clínicas de adelgazamiento aquí?
Brighton, tranquilízate. Deja de coger todos los dulces.
Éste chico nunca sabe cuándo parar.
- ¿Necesitas Aerored? - No, ya pasó.
Mirad este delicioso bastón de caramelo. ¡Ay, ay!
¡Ay, ay!
He oído que algunas comidas repiten, pero es ridículo.
Lo siento.
Hola. Soy Fran, y éstos son Brighton y Chester.
Yo soy Elfis.
- ¿Elfis? - Sí, Elfis.
Me llaman Elfis por lo de mi pelvis
Rey de los elfos
Muchas gracias.
En Las Vegas buscan a gente como tú.
¿Nos puedes decir dónde estamos?
Estáis en el castillo de Papá Noel.
Bueno, ésta es la casa más encantadora que he visto en mi vida.
Bueno, Papá Noel es la segunda persona más rica del Polo Norte.
- ¿Sí? ¿Quién es la más rica? - El dentista.
¿Está soltero?
Bien. He terminado con la última gota de limón.
- ¿Qué ha sido eso? - Eso ha sido C.C., la abominable Babcock.
Se enfada de esta manera cada 28 años,
y este año amenaza con arruinar todas las vacaciones.
¿Y qué problema tiene?
Bueno, sólo es feliz cuando todo el mundo a su alrededor es infeliz.
Me recuerda a mi madre.
Tened cuidado. Pesa unos 900 kilos y tiene brazos de luchador.
¡Vaya! Es mi madre. Déjame hablar con ella.
Claramente, nunca se ha topado con la Srta. Fran Fine.
Escucha, cariño.
¡Ahhhh!
Hablaremos después, cariño.
- Hola. ¿Quién es usted? - Me llamo Kris Kringle.
- Encantado de conocerla. - ¿De verdad?
¿Y dónde está la Sra. Kringle?
Ya sabe, la que se parece a Bárbara Bush.
Es sólo un producto de mi mente de publicista,
igual que el traje rojo, la barba y la tripa blanda.
Caramba, si hubiera sabido que era así, me habría convertido al cristianismo.
Soy Fran Fine, la niñera.
Y éstos son Chester y Brighton.
¿No es una monada?
Le está llevando todos esos dulces a sus hermanas.
Sí, así es.
Papá Noel, él no sabe lo que significa compartir.
Es como mi madre con un hueso de chuleta de cordero.
Es como Cujo con el hueso.
Fran, ¿de verdad crees que éste es Papá Noel?
Bueno, Elfis, parece que aquí tenemos a uno que no cree.
¿De verdad? Bueno, si insiste.
APLASTAR
Bueno, es un sentimiento maravilloso
Nunca vamos a crecer
Pero trabajamos a un metro de diversión para el Sr. ¡Jo! ¡Jo! ¡Jo!
- Haciendo juguetes - Haciendo juguetes
- Para niños y niñas - Para niños y niñas
Llevamos alegría al mundo
Yo lo llamo "oy para el mundo"
Ah, eso está bien
- Me gusta - Ah, sí
Ella lo llama "oy para el mundo"
Sí, oy para el mundo
Serías una buena elfa Eres muy guapa
Y he oído que eres licenciada en la academia nasal
- Pero soy muy grande - No, estás bien
- Esto no es una peluca - Vaya vista
Sois como los siete enanitos Yyo soy Blancanieves
Llevemos alegría al mundo
Yo lo llamo "oy para el mundo"
Oy para el mundo
Elfis, eres muy bueno.
Ah, sí
Fantástico, fantástico.
Elfis ha salido del edificio.
Brighton, no te puedes llevar todos esos juguetes a casa.
No pasa nada. Dijo que los iba a compartir con sus tres mejores amigos.
Sí. Yo, yo mismo y conmigo.
No es por meterme donde no me llaman, pero mire la hora.
2 HORAS PARA LA NAVIDAD
¿Cuándo va a empezar a repartir los juguetes?
Desgraciadamente, con esta tormenta no habrá reparto este año.
Creo que C.C., la abominable Babcock, ha conseguido cancelar las Navidades.
¿Y lo hace cada 28 años?
Es muy regular.
Es muy triste.
No puedo imaginar un mundo sin Navidad.
¿Qué podemos hacer?
Nada de Navidades.
¡Esperad! Si no hay Navidades,
no hay rebajas de Navidad.
No voy a dejar que esa malhumorada nube cancele estas fiestas.
¡Venid aquí!
Mira, ahí está el palacio de hielo.
No puedo creer que tenga que salvar las Navidades.
Hace cinco minutos estábamos en un castillo calentito.
Estaba a punto de ver The Shaggy D.A.
¿Dónde está tu valor?
¿Dónde está tu compasión?
Venga ya. Estoy buscando la personalidad...
de alguien que bebe de un váter.
¡Mira eso! Se ha dejado la ventana abierta.
Supongo que no le preocupan las ráfagas de viento.
¡Ah! ¡Ay!
Supongo que tiene esos cambios de humor,
esos cabreos, porque no le da mucho el sol.
Si subo el termostato y la caliento,
se pondrá de buen humor.
Chester, eres mi vigilante.
Silba si ves algo.
¡Allí está!
NO PONER A MÀS DE 10º C
No tocar
¡NO TE ACERQUES! ME REFIERO A TI
No sé qué es lo que te preocupa tanto.
Yo pulverizaré a esa abominable Babcock...
si se acerca...
¿Quieres dejar de hacer el tonto?
¿Quieres estarte quieto?
¡Creo que te dije que silbaras!
- Sí, pero no tengo labios. - Ah, está bien.
Recuerda que, pase lo que pase, estamos en esto juntos. ¿Vale?
Uno para todos, todos para uno.
¿Quién ha hecho esto?
Ella.
La Navidad está condenada.
No cambien de canal.
Cariño, esto no va a acabar nunca.
Dame esa foto de Mel Gibson.
- Fran, quiero irme a casa. - No podemos fallarle a Papá Noel.
Niles está haciendo tu relleno de manzanas favorito.
- Nos vamos. - Me temo que es imposible.
Debido a la tormenta que va a causar la abominable Babcock,
no podré conducir mi trineo esta noche.
¿Eso es que me voy a quedar aquí un día o dos,
o que mi próxima cita para la cera...
tendré que pedirla como Maguila Gorila?
Oh, no. Ya empieza, señor.
Miren. Todo está empezando a congelarse.
No queda mucho tiempo.
No he visto a nadie tan cabreado desde que mi hermana estuvo tres años sin una cita.
Eh, esperad un momento.
Eso es. Tengo otro fantástico plan.
Bueno, yo lo dejo.
Usaron a 12 Beethovens diferentes...
y yo no tengo ni un solo asqueroso doble.
Escúchame. Cuando las cosas se ponen feas, organizamos una fiesta.
Perdonad. Tengo que planificar una cita con cierta princesa de hielo.
¿Organizar una fiesta para la abominable Babcock?
Yo no voy a ir de ninguna de las maneras.
Hola. Gracias por venir. Tomad algo de rumaki.
Fran, ¿por qué quieres que la abominable Babcock venga?
Es una malvada princesa de hielo. Hay que matarla.
Ah, déjamelo a mí, cariño. Sé lo que hago.
¡No tenéis nada que celebrar, idiotas!
¡La Navidad ha terminado! ¡ldos!
Ah, cállate, cotorra.
¿Cómo? ¿Cómo te atreves?
De todas formas no sé...
qué ve en ella su admirador secreto.
Repite eso. ¿Dijiste un admirador secreto?
Sí. Tienes un admirador secreto. Adiós.
¡Espera!
¿Y quién es ese admirador secreto?
Bueno, cariño, es muy guapo,
una buena persona y es del tiempo como tú.
Bueno, adiós.
¡Vuelve aquí!
Deja de comportarte como si fuera el fin del mundo.
A los hombres no les gustan las mujeres desesperadas.
Te lo voy a presentar,
pero sólo si me prometes que vas a dejar de destruir la Navidad.
Está bien. Lo prometo.
No vas a volver a cabrearte o no te volveré a buscar un novio.
Juro que controlaré mis condiciones meteorológicas.
Ahora preséntanos. Este suspense me está matando.
- No tendremos tanta suerte. - ¡Shh!
C.C., la abominable Babcock,
te presento a tu admirador secreto, el hombre de la lluvia.
Sí, por fin lluvia. Por fin está lloviendo.
40 centímetros cúbicos de lluvia en el Polo Norte este año.
¿No es encantador?
Hola. ¿Te gustaría dar un pequeño paseo por el planeta?
Claro. Soy un excelente conductor.
Fran, ha sido genial. Ha funcionado. Es un milagro.
Cariño, en eso es en lo que consiste la Navidad.
Te entregas con el corazón, ayudas a los pobres...
y ofreces tu amistad.
Es entonces cuando suceden los milagros.
No le des chicle a Chester. Se va a poner a hacer pompas por el lado equivocado.
¿Les llevo?
Bueno, normalmente no me monto con extraños.
Eh, se ha puesto su disfraz.
Le queda bien.
¡Jo! ¡Jo! ¡Jo!
¡Genial! Los renos de verdad.
Hola, muñeca. Soy Dancer.
Está bien. Deja eso ya.
- ¿Tú eres Blitzen? - Es Blintzes.
¿Quién más va a venir a trabajar en Nochebuena?
Bueno, Rudolf está un poco enfermo.
Chester, ¿puedes guiar el trineo esta noche?
Hola. Soy *** y me encantan los aviadores.
¿Qué me dices?
Digo que tenemos juguetes que repartir, nena.
Tengo el traje perfecto para esta ocasión.
Qué raro que este año nadie le dejara galletas.
Sí. Muy raro.
¿Cómo? A mí ni me han dejado el salario mínimo.
¡Sooo!
Brighton, es el albergue de los niños sin hogar.
- ¡Mirad, es Papá Noel! - Bueno, ésta es nuestra última parada.
¡Ay!
Tenemos un problema.
Me parece que hice mal los cálculos. Me faltan algunos regalos.
Claro, el hombre no tiene nada que hacer en 364 días.
Chicos y chicas, me temo que tengo malas noticias.
- Desafortunadamente... - Espere, Papá Noel.
Se ha olvidado de estos regalos.
Oh, Brighton, qué amable de tu parte.
Ésos son los juguetes que tan egoístamente cogiste...
en el Polo Norte.
Lo sé. Pero tengo muchos juguetes en casa.
Y los niños debemos cuidarnos unos a otros.
Brighton, me estás dejando sin habla.
Vaya día. No puedo creer que esté llevando el trineo de Papá Noel.
Qué emocionante.
Es mi forma de agradecerle que haya salvado la Navidad.
Papá Noel, por favor, no ha sido nada.
Pero, entre usted y yo, puede que esté en su lista de chicas malas.
¿Le importaría borrar mi nombre?
Hecho.
¡Ay!
¡Ahhhh!
¡Jo! ¡Jo! ¡Jo! ¡Feliz Navidad!
- Papá, están ahí. - ¿Estáis bien?
Srta. Fine, ¿está bien?
Sí, sí. Claro.
Sr. Sheffield, no se va a creer lo que me ha pasado hoy.
Primero, he salvado la Navidad y luego he conducido el trineo.
- Díselo, Brighton. - Congelación.
¡Basta ya! Brighton, ¿no te acuerdas de nada?
Lo último que recuerdo es que íbamos hacia el albergue,
te golpeaste la cabeza y nos cogió una tormenta.
Debemos irnos. Pronto va a cerrar.
¿Por qué de repente tienes tanta prisa?
¿No sabes en qué consiste la Navidad?
Los niños debemos cuidarnos unos a otros.
Estoy seguro de que está un poco conmocionada.
Entremos y cojamos los abrigos.
Y podemos ir todos al albergue.
Supongo que ha sido un sueño.
Renos judíos, castillos de golosinas, perros que hablan.
Claro que ha sido un sueño.
Has comido mucho chocolate y todavía te caben los pantalones.
Ah, claro.
¡Dios mío!
Lo primero que vamos a hacer es apuntarte al programa de Letterman.
Conozco muy bien a Paul Shaffer.
Es primo mío.
Bueno, es primo de mi vecino.
Pero ¿a quién le importa?