Tip:
Highlight text to annotate it
X
Esto es para usted.
Su antigua agencia de modelos celebra una reunión.
Oh, mire esto.
¿Sabe? No sé cómo duré tanto como modelo.
Todas las semanas tenía que peinarme y maquillarme...
y meterme en esa ropa tan apretada.
No lo echo de menos en absoluto.
- Es mi madre. - ¿Cómo lo sabe?
La tarta está lista.
Oh, Fran, estoy tan preocupada.
No sé ni cómo he llegado hasta aquí.
Bueno, veo salsa para pizza de Ray,
un poco de chucrut y harina de panadería.
Yo diría que cogiste el metro hasta la 59 y viniste andando por Lexington Avenue.
Muy bien. Ríete.
Mientras tanto, mi vida se ha acabado.
Ya no atraigo a tu padre.
Incluso intenté sorprenderle desnuda en la puerta.
- Venga ya. - En serio.
Pero al menos nunca más veremos otro Testigo de Jehová en el edificio.
Mamá, ¿por qué no te tranquilizas? Seguro que sólo es una fase.
Cariño, no hemos tenido relaciones desde hace dos semanas.
- ¿Dos semanas? - ¿Dos semanas?
- Por favor, cuénteselo a quien le importe. - Estoy llorando lágrimas amargas.
Así que he decidido hacerme algo de cirugía estética.
Me voy a arreglar los brazos.
Mira esto.
Es como pudin de tapioca.
Mamá, es pudin de tapioca.
Tienda de novias - se necesita personal
¿Sabes qué, Mamá?
Muchos no confiarían en un cirujano plástico...
cuya consulta está entre dos tiendas del centro comercial.
Este médico atendió a Tía Ceil, y creo que parece una obra de arte.
Sí, Mamá, un Picasso.
Fran, voy a ir a comprar algo a Brooks Brothers.
- ¿Por qué? ¿Qué necesitas de ahí? - AI vendedor de corbatas.
De veras, si me muriera mañana me sentiría como si hubiera conseguido algo.
Os veo en la zapatería.
Voy a echar un vistazo a las chicas.
De acuerdo. Oh, Brighton, espera un momento. Un momento.
Tu cartera asoma. Se te ve el dinero.
Oh, no. Está bien. Es para cuando me mandan a paseo.
Quiero que les duela en el alma.
¿Quieres ir con tu hermana o con tu hermano?
No. Me encantan las consultas. ¡El olor, las revistas, el dramatismo!
Me hace sentir tan viva.
Oh, ¿no es adorable?
Es una niña rara.
DR. ROBERTS, CIRUGÍA ESTÉTICA
Señoritas,
soy el Dr. Roberts.
¿Quién es la paciente?
Oh, ya me gusta.
¿Cuántos años creen que tengo?
No lo sé. ¿55?
Tengo 50.
Eso es porque no puedo operarme a mí mismo.
Doctor, ¿puede hacer que tenga este aspecto?
¿Linda Evangelista, Mamá? No es la Virgen de Lourdes.
Señoras, nada es imposible.
Tiene seguro, ¿verdad?
- ¿Tiene casa propia? - Vamos, Mamá,
no te dejes llevar.
Va a engañarte para que te hagas cosas que no necesitas.
Eres una mujer hermosa. Espero tener tu aspecto cuando llegue a tu edad.
Lo tendrá.
- ¿Qué quiere decir? - Los genes determinan el envejecimiento.
Mire la estructura ósea, la mandíbula, los ojos, los labios.
Contemple el futuro.
- ¿No se puede hacer nada? - Oh, cálmese.
Para eso estoy aquí. Para prevenir lo inevitable.
¿Bombones?
Disfrútenlos hoy. Podemos succionarlos mañana.
Oh, Fran, tienes que leer esto.
¿Sabes lo que pasa cuando se llega a tu edad?
¿Se pierde la tolerancia a las niñas pequeñas?
No. Te crecen los pies.
En realidad, todo sigue creciendo, la nariz, las orejas, los pies.
El trasero. Crece como la mala hierba.
Sí. Pero eso no se puede controlar. Es cosa de glándulas.
- No se puede hacer nada con las glándulas. - No se puede evitar.
- Tomen otro bombón. - Gracias.
Oh, estos son preciosos.
Vaya, no puedo permitírmelos.
Fran, tenemos el mismo número.
Puedo ponerlos a cuenta de Papá,
y... prestártelos.
No se lo digas a los demás, pero tú eres mi favorita.
¡Fran, mis pies son un número mayores!
¿Recuerdas lo que dijo el doctor?
Me estoy haciendo vieja. ¡Me estoy convirtiendo en tu madre!
Cariño, cariño, tranquila.
Hablemos de ello. Estoy aquí para ayudarte.
Déme estos en un siete.
Gracie, hacerse mayor puede ser muy emocionante.
Cambiar y crecer puede ser algo estupendo.
Son demasiado pequeños. Necesita un ocho.
No lo creo.
- Señorita... - Están bien, muy cómodos, como zapatillas.
Oh, Niles, no sabe la suerte que tiene.
Todavía tiene unos pies tan pequeños y bonitos.
Dígame, ¿sabe lo que eso significa?
No importa.
En Inglaterra, nos guiamos por las manos.
¿Qué haces, cariño?
Veo fotos mías de cuando era joven.
Mira lo tersa que era mi piel. Nada fláccida.
Oh, no sé. Esos pañales parecen muy bajos.
Fran, no quiero hacerme mayor.
¿De qué te quejas? Yo soy la que tiene un pie del ocho en la tumba.
Fran, ¿eres mucho mayor que yo?
Bueno, veámoslo así.
Cuando tú tengas 20 años, yo tendré 40.
Cuando tengas 30, yo tendré 40.
Y cuando tengas 40, comprenderás por qué sigo teniendo 40.
Son las nuevas matemáticas. Apréndetelas.
Srta. Fine, ¿se ha vuelto más baja?
Oh, no. Estoy envejeciendo, ¿y ahora encogiendo?
Eso también es genético.
Yo tenía una tía-abuela que llegó a pasar por la puerta del perro.
Oh, espere. Mire, llevo las zapatillas.
Los pies me estaban matando.
Un estúpido dependiente me vendió un par de zapatos mal etiquetados.
Quizá le están creciendo los pies.
Al envejecer, suelen...
No lo creo.
Por suerte, las mujeres Babcock envejecen con gracia.
Bueno, usted siempre ha sido una rebelde.
Srta. Fine, todo el mundo acaba por marchitarse.
Lo que de verdad importa es el interior.
¿En qué mundo extraño vive usted?
Con la edad llega la sabiduría.
Sí. Y para un hombre, la sabiduría y una linda idiota de 20 años.
Bueno, no ha dicho que la vida fuera justa.
En serio. Mis pies han crecido un número.
Y el médico de Mamá dijo que al envejecer,
los apéndices siguen creciendo.
Más buenas noticias para los hombres.
¿Por qué las mujeres son tan presumidas?
Supongo que tiene razón.
Usted no está preocupado en absoluto...
por esa pequeña calva en la parte de atrás de su cabeza.
- ¿Qué? - Oh, ¿sabe? No es nada. Nada.
Sólo cuando se pone al sol...
se nota un poquito. Eso es todo.
¡Cállese! Déme un espejo. ¡Rápido!
- Un espejo. - ¿Quiere tranquilizarse?
¿Qué es eso que dijo de que lo que importa es el interior?
Estaba hablando de usted. ¡No de mí!
¿Sabe por qué tengo éxito?
Todo el mundo puede revivir un espectáculo, sacar un antiguo musical,
pero la gente hace negocios conmigo porque soy, bueno, guapo.
Mucho pelo, acento inglés.
Soy como la invasión melenuda de los Beatles.
Tranquilo, Ringo.
Sin embargo, yo soy la que tiene que ir a la gran reunión de modelos...
con estos zapatones.
Oh, Srta. Fine, venga, usted es una mujer preciosa.
- Nadie va a mirarle los pies. - Ah, ¿no? Yo era modelo de pies.
Hace diez años que no veo a esas chicas.
No quiero que vean lo mal que me ha tratado el tiempo.
Estamos hablando de mujeres mezquinas, traicioneras y malvadas.
¿Entonces por qué va?
Porque son mis amigas.
Oh, Sr. Sheffield, le estoy tan agradecida...
por haber insistido en traerme a esta reunión.
Si alguien pregunta, la historia es ésa.
Oh, mire, ésa soy yo.
¡Oh, Dios mío! Srta. Fine, no sabía que hubiera hecho ese anuncio...
de las mujeres jugando baloncesto con tacones.
Oh, sí. Aunque después de ocho horas en la cancha,
por mucho aspecto de sandalias que tuvieran, olían a deportivas.
¿Ya está más tranquila?
Sabe, es la mujer más bella de la habitación con diferencia.
Oh, qué encanto.
Buena lectura. Un poco más alto. No le ha oído nadie.
Señoritas, ¿pueden juntarse para una foto de grupo?
Oh, escóndame. Escóndame. No quiero que me hagan fotos.
Fran, estás estupenda. No has cambiado nada.
Chicas, chicas, fotos, fotos. Vamos.
Muy bien, señoritas, levanten esos vestidos. Veamos algunos pies.
¿Qué? ¿Qué?
¡No!
No. No. No. No.
Srta. Fine. Srta. Fine. Despierte.
¿Estaba soñando otra vez que la Streisand se retiraba?
No. No. Yo... Y no se le ocurra decir eso.
Podría pasar.
Srta. Fine, está temblando. Tranquilícese.
Oh, he soñado con la reunión.
Fui, como había planeado. Estaba estupenda, como había planeado.
Incluso estaba dos kilos más delgada, un pequeño extra de mi subconsciente.
Entonces me miré los pies y eran enormes.
Oh, Srta. Fine, sus pies son preciosos.
Usted es preciosa.
Oh, Sr. Sheffield... ¿Eh?
Srta. Fine, los niños tienen planes para esta noche.
Me lo dice porque...
Lo cual nos deja libres a usted y a mí.
¿Para qué?
Fran. Oh, Fran, Fran...
Fran, Fran, Fran.
Oh, no. ¡Mamá!
Lárgate. Tengo que volver a dormirme.
Fran, esto es muy importante.
Mamá, créeme, esto son nuestros sueños haciéndose realidad. Vete.
Fran, levanta. Tengo noticias estupendas.
No me voy a arreglar los brazos.
He decido envejecer con gracia, dignidad y honor.
¿El seguro no lo cubría?
No.
La póliza de Papá no cubre la cirugía estética.
A no ser que me atropelle maquinaria agrícola en mi casa.
Sabes, Mamá, me encantaría sentarme aquí a hablar contigo todo el día,
pero tengo que terminar algo muy importante. Buenas noches.
Niles, ese dichoso desagüe de mi baño se ha atascado de nuevo.
¿No es su obligación mantenerlo limpio?
Oh, señor, yo no lo considero un simple trabajo. Es más una vocación.
¿Qué le parece llamar a un fontanero vocacional para averiguar qué lo atasca?
¿Qué es lo que cree que lo está atascando, señor?
¿Algo que se cae de la cabeza?
- ¡No estoy perdiendo pelo! - Oh, claro que no, señor.
Es espeso y frondoso y forma esa gran onda delante.
Calle, Niles. No estoy de humor para halagos baratos.
Oh, lo siento, señor. Sólo pensaba que se parece al de Pierce Brosnan.
¿De verdad?
Sabe, alguna gente me ha dicho lo mismo.
Sabe, creo que la Srta. Fine le hizo creer que está perdiendo pelo...
porque no se mostró comprensivo con su problema.
¡Eso es porque no tiene ningún problema!
Niles, es una mujer joven y hermosa.
¿Qué tengo que hacer para convencerla de que es atractiva?
Oh, señor, seguro que se le ocurre algo.
Después de todo, usted es un hombre, ella es una mujer.
Rellene los espacios en blanco.
Los niños están en el colegio.
Ella está tumbada en el sofá.
Y si todo lo demás falla,
¿qué haría Pierce Brosnan?
Srta. Fine, Srta. Fine, despierte.
Oh, bien. Ha funcionado. He vuelto.
Srta. Fine, ¿recogió mi traje azul del tinte?
Sr. Sheffield, lo siento.
No suelo dormir de día.
Bueno, sí, lo hago, pero no suele pillarme.
Srta. Fine, no sé por qué está tan preocupada por esa reunión.
No tiene absolutamente nada de lo que preocuparse.
Sus pies son preciosos.
Usted es preciosa.
Oh, Sr. Sheffield... ¿Eh?
Sabe, los niños tienen planes para esta noche.
¡Oh, Dios mío!
Espere un momento.
De acuerdo. Siga.
Había pensado que, con la casa vacía, eso nos dejaría a usted y a mí libres para...
¿Para qué?
Para ir juntos a la reunión.
¿La reunión?
Así no es como seguía. ¡Retroceda!
- Fran. Fran. - No tanto. No tanto.
Oh, es una noche preciosa, ¿verdad? Me alegra que no entráramos directamente.
Oh, Sr. Sheffield, muchas gracias por llevarme a la reunión.
- Me lo he pasado muy bien. - Yo también.
¿Sabe que todas sus amigas creían...
que yo era su marido?
Me pregunto qué clase de idiota haría correr un rumor así.
¿No es impresionante lo mayores que parecían todas?
Pero yo estoy exactamente igual.
Sé lo que quiere decir. Todas las mañanas, al mirarme al espejo,
- aún veo la cara de un hombre de 20. - Qué curioso.
Todas las mañanas, al mirarme al espejo, yo espero ver la cara de un hombre de 20.
Oh, Srta. Fine, la edad no importa. Es sólo un estado mental.
Desde luego. Lo que importa es lo joven que te sientes.
¡Maxwell!
- C.C., qué demonios... - ¿Qué?
No estaba esperando para ver a qué hora llegabais a casa.
Sólo pasaba por aquí...
- después de... - Del teatro.
Sí.
- Donde he visto... - Víctor o Victoria.
Eso.
Bueno, tengo que irme. Tengo una cita.
Espero que sea en Chueca.
Oh, hola, cariño, ¿qué haces aún levantada?
No puedo dormir. Estoy obsesionada con envejecer y morir.
Oh, cariño, eso va a tardar mucho en pasar.
Yo no. Tú.
¿Yo? Oh, cielo.
No voy a ir a ningún lado hasta que tenga una casa de lujo,
dos hijos y un marido que me espere en la puerta.
¿Ves, cielo? Siempre estará aquí.