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en el molino
doña maría da piedade estaba considerada por todo el pueblo como una
mujer modelo
el viejo nunes
jefe de correos
siempre que se hablaba de ella
decía
acariciando con autoridad
los cuatro pelos de su calva
es una santa
eso sí que es una santa
el pueblo estaba casi orgulloso
de su belleza delicada y conmovedora
era una rubia de perfil fino
piel ebúrnea
y ojos oscuros de un tono violeta
a los que las largas pestañas oscurecían más su brillo sombrío y
tuviese
vivía al final de la calzada
en una casa azul con tres falcon
para la gente que por las tardes y va a dar una vuelta hasta el molino
un encanto siempre nuevo verla por detrás de la vidriera
entre las cortinas de muselina
curvada sobre su postura
vestida de ***
recogida y seria
pocas veces al día
su marido
mayor que ella
era un inválido
siempre en la cama
inutilizado por una enfermedad tecolutla
hacía años que no bajaba a la calle
lo veían a veces también a la ventana
fajardo y esporte
agarrado al bastón encogido en soportes ópticos
con el rostro macilento
la barba descuidada y con un gorrito de ser enterrado melancólicamente hasta el
cuello
los hijos
dos niñitas y un chiquillo
estaban también enfermos
crecían poco y con dificultad
llenos de tumores en las orejas
llorones y tristones
la casa interiormente
parecía el lúgubre
si andaba de puntillas
porque el sr
con la excitación nerviosa que le provocaban los insomnios
se rizaba con el mínimo ruido
habría sobre las cómodas algunos frascos de botica
algún cuenco compactas de linaza
las mismas flores con las que ella
en su arreglo yen su gusto de frescor
por nava las remesas
enseguida se marchitaban en la que el aire asfixiado de fiebre
nunca renovado por miedo a las corrientes de aire
y era una tristeza pero siempre alguno de los pequeños o con un emplasto en la
oreja
o en un rincón del cante
envuelto en mantas amarillentas como de hospital
maria da piedade
vivía así desde sus 20 años
incluso de soltera
en casa de sus padres
su vida había sido triste
su madre era una criatura desagradable y rusa
el padre
que se empeñaba por las tabernas y por el juve eco
ya viejo
siempre por nacho
los días que aparecía por casa los pasaba en la chimenea
con un silencio sombrío
fumando en pipa y escupiendo a las cenizas
todas las semanas le pegaba a su mujer
ni cuando yo a occupy indio pidió maría el matrimonio
a pesar de que ya estaba enfermo
ella aceptó
sin vacilar
casi con agradecimiento
para salvar la casucha del embargo
no oigo más los gritos de su madre
que la hacían temblar
rezar
arriba en su cuarto
en el que la lluvia entraba por el tejado
no amaba a su marido claro que no
e incluso en el pueblo se había lamentado
que aquél bello rostro de virgen maría
aquella figura de edad
fuese a pertenecer al dorado y ciñó cutiño que desde chiquillo había sido
siempre tullido
justino
por muerte de su
se había quedado rico
y ella
acostumbrada por fin a que el marido refunfuñón que se pasaba el día
raspándose sombríamente de la sala la luz
se abría resignado
en su naturaleza de enfermera y de consoladora
si sus hijos por lo menos hubiesen nacidos sanos y robustos
pero aquella familia que le llegaba con la sangre bici ya nada
aquellas existencias vacilantes
que después parecían pudrirse en ley las manos
a pesar de sus cuidados inquietos
le fastidiaba
a veces
picando su costura
le corrían las lágrimas cara abajo
la invadía un can de sanción de la vida como si una niebla le oscurecía es
el alma
si su marido desde dentro ya mapa desesperado
uno de los niños lloriqueaba
se acercaba a los ojos
y allí aparecía con su bonito rostro tranquilo
con alguna palabra de consuelo
colocando la almohada a 1
yendo a animar al otro
feliz
de ser pura
toda su ambición era ver a su pequeño mundo quien cuidado y tratado con
cariño
nunca
desde que se había casado
se había sentido una curiosidad
deseo
tenido un capricho
nada me interesaba en la tierra
si no las horas de las medicinas y el sueño de sus empresas moss
todo el esfuerzo
le resultaba fácil cuando se trataba de contemplarlos
aunque débil
paseaba durante horas trayendo en brazos al pequeño ya jugó
que era el más
pertinente
con las heridas que cometían sus pobrecito sus labios
en una costará 2
durante los insomnios del marido tampoco dormía
sentado al pie de la cama
charlando
leyéndole las vidas de los santos
porque al pobre tullido
le estaba entrando la deposición
por la mañana estaba un poco más
pero tan correcta con su vestido ***
fresca con sus creencias vientos tolosa
poniéndose jugada
para ir a dar las opas de leche a sus
pequeñajos
su única distracción
era sentarse a la ventana
por las tardes
con su costura y la chiquillería toda la red de favor
anidando en el suelo
jugando tristemente
el mismo paisaje que veía desde la ventana
era tan
monótono como su vida
abajo
la calzada
después una un duración de campos una tierra magra plantadas aquí y allá de
olivos
y rigiéndose al fondo
una colina triste y desnuda sin una casa
un árbol
un modelo caserío que pusiese en aquella soledad de terreno
una nota humana impiva
viéndolas y
tan resignado y tan sujeta
algunas señoras del pueblo afirmaban que era una beata
sin embargo
nadie la veía en la iglesia
a no ser el domingo
con el mayor de los chiquillos de la mano
hoy palito en sus trajes hito de terciopelo azul
en efecto
su devoción se limitaba a esta misa todas las semanas
su casa la tenía más que ocupada como para dejarse invadir por las
preocupaciones del cielo
en aquel deber de buena madre
cumpliendo con amor
encontraba satisfacción suficiente para su sensibilidad
no necesitaba adorar santos
puente rne crc con jesús
instintivamente
incluso llega a pa pensar que todo el afecto excesivo dado al padre del cielo
todo el tiempo gastado en arrastrarse por el confesionario o a los pies del
oratorio
supondría una disminución como él
en su cuidado de enfermeras
su manera de rezar era velar por sus hijos y aquel pobre marido postrado en
una cama
dependiendo completamente de ella
teniéndola sólo a ella
le parecía tener más derecho a su fervor
que el otro clavado en una cruz
contado para animarlo con toda una humanidad dispuesta
además nunca había tenido esto sentimentalismos de alma triste que
llevan a la devoción
su antigua costumbre de dirigir una casa de mclaren moss de ser ella el centro
la fuerza
amparo de aquellos inválidos
la había vuelto tierna pero
y de este modo era ella la que administraba ahora la casa de su marido
con un buen sentido dirigido por el afecto
una solicitud de matrícula o dente
tales ocupaciones bastaban para entretener su día
su marido
por lo demás
odiaba las visitas
el aspecto de cara saludables
las conmiseración es de cumplido
y pasaban meses
cink en casa de maría da piedade
si lo hiciese una voz extraña a la familia
a no ser la del doctor abílio
que la adorada país que decía de ella con los ojos desorbitados
es un hada
es una zona
por eso fue grande la alteración en
la casa
cuando yo a occupy niño recibió una carta de su prima de ago
que le anunciaba que en dos o tres semanas llegaría al pueblo
adriá o era un hombre célebre
y el marido de maría da piedade sentía por aquel pariente un orgullo empático
incluso había llegado a suscribirse a un periódico de lisboa
sólo para ver su nombre en las noticias locales y en la crítica
adriá o era un novelista
y su último libro
madalena
un estudio de mujer trabajado con gran estilo
con un análisis delicado y sutil
lo había consagrado como un maestro
su fama
que ya había llegado al pueblo como una vaca leyenda
lo presentaba como una personalidad interesante
un mero buee de lisboa
amado por las quita algas
impetuoso y brillante
destinado a un alto cargo en el estado
pero realmente
en el pueblo
era conocido sobre es todo
por ser primo de llevado cutiño
doña maría da piedade
se quedó roto izada con la visita
veía ya su casa en desorden con la presencia de ese huésped extraordinario
y además la necesidad de arreglar c+
de cambiar la hora de la cena
de charlar con un literato y tantos otros esfuerzos kouwe él es
y la brusca invasión de aquel mundano
con sus maletas
el humo de su puro
su alegría de persona sana
en la paz triste de su hospital
le daba la impresión
pavorosa
de una profanación
por eso supuso un alivio casi un reconocimiento
cuando arteria a hollywood y muy sencillamente se instaló en la antigua
hostería del tío andrés
en la otra punta del pueblo
yo a ocultismos escandalizó
ya estaba preparado el cuarto de visitas
con sábanas penca age una colcha de damas ok plata sobre la cómoda
y lo quería todo para él
su primo
inves célebre
el gran autor
asediado
sin embargo
lo rechazó
yo tengo mis costumbres vosotros tenéis las vuestras
no nos contrario hemos mal de
lo que hago es venir aquí a cenar
por lo demás
no estoy mandón del pib andré
veo desde la ventana un molino y una represa
que son un cuadrito delicioso
y tan amigos nos parece
maria da piedade lo miraba con asombro
aquél era v
aquel fascinador por el que lloraban mujeres
aquel poeta al que los periódicos glorificada pan
era un sujeto extremadamente sencillo
mucho menos complicado menos ostentoso que dijo del recaudador
ni siquiera era guapo
y con el ala de su sombrero caída sobre un los toros récord de eta y barbudo
la levita de franela cayendo a lo ancho en un cuerpo robusto y pequeño
sus zapatos enormes
le parecía ella uno de los cazadores de andrea que a veces se encontraba
kondo de mes en mes iba a visitar las haciendas al otro lado del río
además de eso
no hacía frases
la primera vez que vino a cenar
casi no habló
con gran hombría de bien
de sus negocios
había venido por ellos
de la fortuna del pa
la única tierra que no estaba temporada
hubo abominablemente hipotecada
era la curó cosas
unas cien dar lado del pueblo
y que aún por encima estaba mal arrendada
lo que quería era venderla
pero eso le parecía el tan difícil como hacer la ilíada
y lamentaba sinceramente
ver a su primo allí
inútil sobre una cama
sin poder ayudarlo en los pasos que debería dar con los propietarios del
por eso yo con gran alegría llevaba ocultos y no declararle que su mujer era
una
ministrado hora de primera
y tan hábil en estas cuestiones como un antiguo rapú la
ella va contigo a verla sienda
habla con un telesilla regula todo eso
y en lo que respecta al precio
déjala ella
pero que superioridad
-exclamó agregado
maravillado
un álbum que el que entiende de cifras
por primera vez en su vida
maría tati edad de circus o colorada con la palabra de un hombre
por lo demás
se decidió de inmediato hacer la apoderada del primo
al día siguiente
fueron a verla hacienda
cómo quedaba cerca y era un día de marzo fresco y claro
partieron a pie
al principio
coli vida por aquella compañía de un león
la pobre mujer caminaba junto a él con el aspecto de un pájaro asustado
a pesar de tan sencillo
habían su figura enérgica y musculosa
en el timbre rico de su voz
en sus ojos pequeños y brillantes
algo de fuerte
de dominante
que la embelesaba
se le había prendido al ahorro la de su vestido una trama de zarza y
cuando él se inclinó para desprenderse la delicadamente
el contacto de aquella mano blanca y fina de artista en la orla de su falda
le ***ó especialmente
apresuraba el paso para llegar y en rápido a la hacienda
resolver el negocio con tele si volver inmediatamente a refugiarse
como en su elemento propio
en el aire asfixiado y triste de su hospital
pero la calzada se extendía
blanca y larga
bajo el sol quindío
y la conversación de adriá o fue acostumbrando la su presencia lentamente
él parecía que estaba desolado ante la tristeza de su casa
le dio algunos buenos consejos
lo que los niños necesitaban
era a ir
sol
otra vida que no fuese a que ellas fixie real
ella también pensaba así
pero qué
el pobre llevado
siempre que se le hablaba de ir a pasar algún tiempo a la finca
se afligió terriblemente
le tenía ahorro rock
a los grandes arietes y a los grandes horizontes
la naturaleza fuerte casi lo hacía desmayar
se había convertido en un ser artificial
penn cerrado entre los cortinajes de su cama
entonces
se condolió de este año
seguro que podría haber alguna satisfacción en un deber tan santamente
un peligro
en fin
ella debía tener momentos en que dese hace alguna otra cosa además de
aquellas
cuatro paredes impregnadas del pago del emcar metas
qué más puedo desear a kio
dijo ella
averiado se calló
le pareció absurdo
suponer que ya decía sí
realmente
el pci adobo el teatro de trindade
en lo que él pensaba era en otros apetitos
en las ambiciones de un corazón insatisfecho
pero esto le pareció tan delicado
tangara antes de decir a aquella criatura virginal
y sería
que habló del país a
ya es visto el molino
le preguntó ella
tengo ganas de verlo
si quieres ir a enseñarme lo prima
hoy es tarde
quedaron en seguida en ir a visitar ese rincón de verdor
que era el idilio del
pueblo
en las tiendas
la larga conversación con telesp creó un acercamiento mayor entre averiado y
maría da piedade
era como si aquella venta
que ella discutía con las sucias de una aldeana
pusiera entre ellos algo común interés común
luego
al regresar
ella
que al diablo con menos ofrece ropa
abiyán las maneras de él
de un respeto conmovedor
una atracción que
a su pesar
la llevaba a rebelarse
a darle su confianza
nunca le había hablado tanto a nadie
jamás
había dejado ver a nadie tanto de la melancolía o
culta que atrapa con un estante menten su alma
por lo demás
sus quejas eran sobre el mismo color
la tristeza de su interior
las enfermedades
tantos cuidados canales
y le venía por el una simpatía
como un deseo indefinido de tenerlo siempre presente
ya que él se hacía así
depositarios de sus tristezas
adriá o volvió para su cuarto
en la hostería de hambre
impresionado
interesado por aquella criatura tan triste y tan dulce
ella se destacaba sobre el mundo de mujeres que hasta entonces había
conocido
como un perfil suave de ángel como tico
entre fisonomías de mesa redonda
todo en ella
estaba deliciosamente de acuerdo
el oro del cabello
la dulzura de la voz
la modestia en la melancolía
la línea casta
convirtiéndola en un ser delicado y conmovedor
al que incluso su pequeño espíritu burke es
cierto fondo rústico de aldeana y una ligera vulgaridad de costumbres
le conferían un encanto
era un ángel que vivía hacía mucho tiempo en un poblacho coros 0 y se
encontraba por muchas
parte sujeto a las trivialidades del lugar
pero bastaría un sopló para hacerlo remontará el cielo natural
a las cimas puras
de la sentimentalidad
le parecía absurdo e infame cortejar a su prima
involuntariamente
pensaba en el delicioso placer de hacer la tira que el corazón que no estaba
deformado por el corsé y de poner
sterm fin
sus labios en un rostro en el que no hubiese polvos de arroz
y lo que lo tentaba sobre todo
era pensar que podría recorrer
todas las provincias femp portugal sin encontrar ni aquella línea del cuerpo
ni aquella virginidad tentar
nese dora de alma por mecida
era una ocasión que no pondría
el paseo al molino fue encantador
era un rincón de la altura les sea digno de corot
principalmente al mediodía
cuando ellos fueron
con el frescor de lo verde
la sombra recogida del oscar andes árboles y toda suerte de murmullos de
agua corriente huyendo
reluciendo entre los músicos y las piedras
llevando y esparciendo en el aíre el frío de la hojarasca
del césped por el que corrían cantando
el molino era muy pintoresco
con su vieja edificación de piedra secular
su enorme roveda
casi podrida
cubierta de hierbas
inmóvil sobre la helada limpidez del agua oscura
ha deseado lo encontró digno de una decena de novela
o mejor aún
de la vivienda de un nada
maria da piedade no decían nada
pareciéndole extraordinaria aquella adjudicación por el molino abandonado
del tío costa
como ella venía un poco cansada
se sentaron en una escalera descoyuntada de piedra
que sumergía en el agua de la represa sus últimos peldaños
y allí se quedaron un momento callados
en el encanto de que el fresco oro murmurante
oyendo las aves y harry en las ramas
adriá o la pediría de perfil
un poco curvada
agujereando con la punta del parasol las hierbas silvestres que invadían los
peldaños
era deliciosa
así
ambra nunca
tan rubia
con una línea tan pura sobre el fondo azul de la iré
su sombrero era de mal gusto
su manteleta anticuada
pero en eso mismo veía él
una ingenuidad
picante
el silencio de los campos en derredor
los aislaba
e insensible mente
él empezó a hablarle bajo
era todavía la misma compasión por la melancolía de su existencia en aquel
triste pueblo
por su destino de enfermera
ella lo escuchaba con los ojos bajos
pasmado de encontrarse allí tan sólo con aquel hombre tan 1
receloso y encontrando un sabor delicioso su recelo
hubo un momento
en que él habló del encanto de quedarse para siempre
un break y en el pueblo
quedarse aquí
para qué
le preguntó ella sonriendo
para esto
para estar siempre a tu lado
ella se cubrió de rufo
el para solito se le escapó de las manos
adriá obtuvo nieto de haberla ofendido y que añadió enseguida riendo
pues no era delicioso
yo podía alquilar este molino
hacerme molinero
tu prima
me darías tú clientela
esto la hizo reír
era más guapa cuando se ría
todo pri ya va en ella
los dientes
la piel
el color del cabello
él siguió bromeando
con su plan de hacerse molinero y de ir por la calzada tocando el burro
carroll cado de sacos de harina
y yo vengo ayudarte primo
dijo ella
animada por su propia risa
por la alegría
de aquel hombre a su lado
exclamó él
te juro que me hago molinero
qué paraíso
nosotros aquí los dos en el molino
ganando alegremente nuestra vida yo entiendo cantar estos inviernos
ella volvió a ponerse colorada con el fervor de su voz
y retrocedió como si él fuese ella rematarla para el molino
pero adriano
ahora
inflamado por aquella idea
le pintaba con su palabra colorida
toda una vida novelesca
de una felicidad idílica
en aquel escondrijo de alberto
por la mañana
athié
temprano
para el trabajo
después la cena en la hierba al borde del agua
y por la noche las buenas charlas allí sentados
a la luz de las estrellas
o vas con la sombra calidad de los cielos negros el verano
y de repente
sin que ella se resistiese
la prendió en sus brazos
y la besó en los labios
con un solo peso
profundo
e interminable
ella había quedado contra su pecho
langa como muerta
y dos lágrimas corrían and roll a lo largo de su rostro
así
era tan dolorosa y débil que la soltó
ella se levantó
cogió su pequeño parasol
y se quedó delante de él
con él la vio tembloroso
murmurando
no está mal
está mal
el mismo estaba tan perturbador
que la dejó bajar al camino
y en un momento seguían ambos callado social
sólo cuando estuvo en la hostería pensó
fui un tonto
pero en el fondo estaba contento de su generosidad
por la noche fue a casa de ella
la encontró con el pequeñajo en brazos
la bandolera nagua de malpasse las heridas que tenía en la pierna
y entonces le pareció oficioso distraer aquella mujer de sus empero en vos
por si fuera poco
un momento como el que él en el molinón no volvería
sería absurdo quedarse allí
en aquel rincón o tibios o de provincias
desmoralizando fríamente
a una buena madre
la venta de las tienda estaba concluida
por eso
al día siguiente apareció por la tarde
para decirle adiós
partía al anochecer en la diligencia
la encontró en la sala
en la ventana de costumbre
con la chiquillería mcer manida ata contra sus faldas
ohio que el partido
sin cambiarle el color
fin palpitar lel
pero haber ideado sintió la palma de su mano tanto haría como un mármol
cuando él salió
maría tati edades se quedó vuelta hacia la ventana
escondiendo su rostro a los pequeños
mirando atrás tractament el paísaje que oscurecía
con las lágrimas de cuatro en cuatro
cayéndole en la costura
lo amaba
desde los primeros días
su figura resuelta y fuerte sus ojos brillantes toda la virilidad de su
persona
se habían apoderado de su imaginación
lo que le encantaba de él no era su talento
ni su celebridad en lisboa
y las mujeres que lo habían amado
eso a ella le parecía vago y poco comprensible
lo que la fascinada era aquella seriedad
aquel aspecto
todo en esto y sano
aquella robustez de vida
aquella voz tan grave y tan rica
y preveía
más allá de su existencia unida un inválido
otras existencias posibles
en las que no tuviese
entre ante los ojos
un rostro flar jobim moribundo
en las que las noches no pasasen esperando lazo horas de las medicinas
era como una ráfaga de aire impregnado de todas las fuerzas vivas de la
naturaleza que había atravesado de repente
su alcoba asfixiada
y la respiraba deliciosamente
después
había oído aquellas conversaciones en las que él se mostraba tan bueno
tan serio
tan delicado
ya la fuerza de su cuerpo
que admiraba
según y ahora un corazón tierno
de una ternura varonil y fuerte
para cautivar la
este amor latente la invadió
se apoderó de ella una noche que es él apareció esta idea
esta visión
si él fuese mi marido
toda ellas estremecido
apretó desesperadamente sus brazos contra él
de hecho
como confundiéndose con su imagen evocada
amarrándose a ella
refugiándose en un supuesto esa
después
él le dio al que el beso en el molino
y había partido
entonces empezó para maría da piedade
una vida de abandonada
de repente
todo a su alrededor
la enfermedad del marido
los ataques de los hijos
las tristezas de cada día
su costura
le pareció lúgubre
sus deberes
ahora que no ponía en ellos toda su alma
le resultaban pesados como fardos injustos
su vida se le presentaba
como una desgracia excepcional
no se revelaba todavía
pero tenía esos abatimientos
esa súbita fatigas de todo su ser
en que caía sobre la silla
con los brazos colgando
y murmurando
cuando se acabará esto
se refugiaba entonces en aquel amor como una compensación deliciosa
creyéndolo todo puro
todo del alma
se dejaba inundar por él y por su lenta influencia
adriá o
si había convertido
en su imaginación
en un ser de proporciones extraordinarias
todo cuanto es fuerte e ir de ello
y da razón a la vida
no quiso que nada de lo que era del
joven y a de él le fuese haciendo
leyó
todos sus libros
sobre todo aquella madalena que también había amado ya había muerto de un
abandono
estas lecturas la calma pan
dándole como una paga satisfacción a su deseo
llorando los dolores de las heroínas de novela
parecía sentir alivio en los suyos
lentamente
esta necesidad de llenar la imaginación de esos lances de amor
le dará más infelices
se apoderó de ella
durante meses
fue un por área con estantes de novelas
así se iba creando en su espíritu un mundo artificial edith y alisado
la realidad se le hacía o tíos
sobre todo pasa porque las
peto de su casa
en donde agarrado a sus faldas había siempre un ser en perm
llegaron las primeras rebeldías
se volvió impaciente y áspera
no soportaba que la ranc hacen de los episodios sentimentales de su libro
para ir a ayudar a volverse a su marido y sentir su mal aliento
le vino en las cortes los frascos de farmacia
de los empleados tos
detener x lavar las heridas de los pequeños
empezó a leer adversos
pasaba horas o hola
con un gran mutismo
a la ventana
teniendo bajo su mirada de dirigentes rubia
toda la rebelión de una vena morada
creía en los amantes que escalan los balcones
entre el canto de los horrores señores
y quería ser amada de ese modo
poseída por un misterio de noche romántica
su amor o se desprendió
poco a poco de la imagen de adrea o
y si amplio
extendiéndose a un 0 padko que estaba hecho de todo cuanto le había encantado
en los héroes de novela
era un ente medio príncipe medio facineroso
que tenía sobre todo
la fuerza
porque era esto lo que la admiraba
lo que quería lo que han decidido a bandas noches cálidas en que no podía
dormir
dos brazos fuertes como el acero
que la apretada se enconó a para su mortal
dos labios de fuego con un beso
le aspirasen el alma
estaba histérica
a veces
al pie del lecho de su marido
viendo ante ella que el cuerpo de kiss ico
con una inmovilidad de tul quito
le venía uno hatillo thorpe
un deseo de apresurar le la muerte
y en medio de esta excitación mortalidad del temperamento irritado
tenía flaqueza súbitas
sustos de ave que se posa con un grito
al oír una puerta que gol t
una palidez de desmayo si había en la sala flores muy dolorosas
por la noche se asfixiaba
abría la ventana
pero el aire cálido
el vaho tibio de la tierra templada por el sol
la llenaba de un deseo intenso
de hunán cía voluptuosa
ahogada por crisis de llanto
la santa
se convertía en venus
y el romanticismo mórbido había penetrado tanto la que el ser
y lo había desmoralizado tan profundamente
que llegó un momento en que bastaría con que un hombre la tocase
para que ella calles en sus brazos
y fue lo que sucedió
por fin
con el primero que la enamoró
dos años después
era el practicante de la botica
a causa del sescam da lisos
todo el pueblo
y ahora deja su casa desordenada
los hijos uu si os y le dañó osos
en harapos
sin comer hasta altas horas
el marido gimiendo abandonado en su alcoba
todos los trapos de los emplados tos por encima de las sillas
todo
en un torpe desamparo
para andar detrás del hombre
un bribón otilio soyera ciento
decara fofa y corbin lobón ha
luneta negra con gruesas cinta pasada por detrás de la oreja y boletito de
c&a muy peripuesto
vienen por la noche a las entrevistas con chinelas ribeteadas
huele a sudor
y le pide dinero prestado para sustentar a una tal yohana
criatura obesa
para que en el pueblo y llaman
bola de sebo