Todos los personajes que aparecen en este trabajo son ficticios.
Cualquier parecido con personas reales,
vivas o muertas, es pura coincidencia.
Las personas públicas que aparecen en este trabajo
(como presidentes, actores, etc.) sólo tienen como finalidad
contextualizar la historia.
"Existe sólo una absoluta verdad: que la verdad es relativa".
André Maurois (1885-1967). Novelista y ensayista francés.
"El Archivo"
La mayoría de las personas piensan que esto es la vida.
Levantarse; tomar el desayuno; ir a trabajar.
Pero es mucho más que eso.
Para colmo, en las reuniones sociales,
se la pasan hablando de la verdad.
¿Qué verdad?
¿La de ellos? ¿La mía? ¿La de los demás?
Muchos hablan de la verdad pero pocos quieren escucharla.
Prefieren disfrazarla, esconderla o decorarla.
Como periodista tuve que jurar perseguir la verdad,
para revelarla a la sociedad.
Seguro, el negocio de la industria periodística
ya no genera los ingresos de antes.
Así que, ¿a quién le importa la verdad?
¿Cuándo alguien ha estado realmente
interesado en la verdad?
Si uno se vuelve un periodista reconocido,
la mayoría sigue tu trabajo pero no les agradas.
¿Por qué?
Por la simple razón que nadie quiere escuchar
a un tipo desconocido que le dice en la cara
lo que no quiere que nadie sepa.
Y menos los gobiernos.
Los poderosos tienen su estatus quo,
que defenderán a toda costa.
Qué curioso.
30 años y una carrera mediocre.
Quería dar con una historia gigante
para ser alguien en mi profesión.
Y jamás creí que fuera la historia la que me encontraría.
Fue entonces cuando tuve que decidir si despertaría,
buscaría la verdad y la difundiría,
si la encontrara, para hacer justicia.
O si me mantendría dormido para proteger mi vida.
Esa vida, como la de muchos,
en la que me levanto, tomo café,
desayuno y voy a trabajar.