El Angélica (Angelica archangelica L., sin. archangelica officinalis Hoffman, archangelica officinalis var. Himal CBClarke), es una planta de la familia de las apiáceas llamada así por la antigua creencia popular de que la planta era un regalo del arcángel Gabriel, a causa de sus propiedades medicinales. Es denominada también "hierba del Espíritu Santo".
Es una planta perenne que puede llegar a vivir hasta 3 años y medir 2 metros de altura; siendo originaria del norte de Europa y de Siria. Desprende un agradable aroma debido al contenido en aceites esenciales de que disponen tanto las raíces (0.3-2%) ricas en monoterpenos, como sus frutos (1%) ricos en furanocumarines.
Al ser cortadas las raíces desprenden un látex de textura lechosa, color amarillento y aroma característico. Las flores son pequeñas y de color blanco, tienen 5 estambres y son muy ramificadas, formando inflorescencias que recuerdan a un paraguas, florecen a partir del mes de abril.
Tanto la raíz como las hojas se emplean como uno de los ingredientes en la elaboración de licores de fórmulas complejas. Son un ejemplo el Gin, la absenta, y el Chartreuse. Se puede usar también como condimento, es altamente popular en la cocina de Groenlandia y Laponia, así como en la Noruega. En el resto de Europa se utiliza en ensaladas y potajes, mezclando las hojas con diferentes platos de verduras.
A menudo se emplea la raíz por sus propiedades de ayuda a la digestión (tónica estomacal), generalmente servidas como infusión (40 g / L de agua aproximadamente). En la Edad Media se creía que era una planta que curaba la peste. Las furanocumarines, especialmente la angelicina, tienen una importante actividad sedante. Popularmente se emplea además como diurético, abortivo y, en aplicación externa, como cicatrizante, antiinflamatorio y analgésico (antirreumático, antineurálgico).
Su aceite esencial, en dosis muy elevadas, puede resultar tóxico, con un efecto paralizante sobre el sistema nervioso. La planta seca puede producir dermatitis de contacto (dermatitis vesicular recurrente), y hay que manipularla con guantes.