El autismo es una discapacidad compleja
con una amplia gama de manifestaciones.
Puede causar enorme sufrimiento a los enfermos
y a los que cuidan de ellos.
También es poco comprendido.
Pero a medida que aprendemos más,
es cada vez más claro
que todos los niños y adultos con autismo
pueden llevar una vida plena y significativa en la sociedad.
Para ello,
simplemente necesitan una mayor comprensión y apoyo.
Las personas con discapacidad tienen una doble carga.
Se enfrentan a los retos diarios de su condición.
Pero también deben hacer frente a las actitudes negativas de la sociedad,
con apoyo insuficiente
y una discriminación flagrante.
La Convención de las Naciones Unidas
sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad,
que entró en vigor en mayo de 2008,
es un poderoso instrumento para corregir estas injusticias.
En el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo,
Hago un llamamiento a todos los gobiernos
a reafirmar su compromiso
de hacer de los derechos humanos universales
una realidad para todos los que viven con el autismo.
Apoyemos la investigación
y trabajemos juntos
para hacer una sociedad integradora y solidaria para todos.